Los cuadros de Vic-Snake: abril 2011

Actualmente, a causa de una crisis que nace en el centro de Estados Unidos y se expande al resto del mundo, los jóvenes, artistas o no, se ven desolados ante un futuro carente de oportunidades que les cierra las puertas social y económicamente.

El motivo figurativo es el esqueleto formal que proporciona firmeza y estructura al color de las obras, sin rechazar la abstracción, dando un sentido real al mensaje que en ocasiones puede resultar metafórico. Presento un mundo que no es desconocido para la generación del s.XX al XXI. y desarrollo una autoafirmación en los elementos pictóricos encontrando una justificación inmediata entre sí.

Los trazos negros cumplen la función de definir el objeto central, remarcan los contornos y por otro lado, son meros caracteres que subrayan la furia de la representación.
La escritura automática, inconsciente y descontrolada, muestra el subconsciente de una sociedad formada por letras y números, palabras y códigos, mensajes y cifras, que definen y valoran nuestra existencia en la "Nueva Era Digital". El uso de encriptaciones y acrónimos simboliza la programación y adaptación del ser humano a los lenguajes de esta nueva era. Así mismo el "dripping", con finos y aleatorios zarcillos negros, el caótico cableado de relaciones y sentimientos producidos por las nuevas conexiones.
La representación de personajes famosos del mundo del arte y el espectáculo, es una alusión al trabajado realizado para alcanzar el "éxito artístico" en vida.
La evolución personal y artística se ve interpretada por líneas métricas que tornan en cicatrices murales, igual que cuando crecemos y vamos marcando la pared en diferentes alturas. De manera aleatoria, aportan una sujeción al fondo de la obra como vigas maestras estratégicamente situadas sin perder su significado métrico, al igual que se superponen en blanco contrastando con los trazos negros como muestra simbólica de superación o de secuela a causa de un accidente natural o provocado.

Planteando problemas como el paro, los créditos, la inflación y la deflación, los contratos basura o los altos costes de las materias primas como el petróleo; entre otros, represento una visión enérgica y sincera de una generación que, aunque goza de una buena preparación y en muchos casos de experiencia, aspira a un futuro incierto y costoso, superpoblado por las nuevas generaciones que también buscarán su porción en una carrera de proporciones abstractas, compuesta por los colores de la cotización del euro como divisa líder por encima del dólar, con todos los inconvenientes económicos y políticos consecuentes. Además de un entorno laboral donde las grandes empresas recortan abismalmente sus plantillas y subcontratan empleados temporales con sueldos ridículos, y las pequeñas empresas carecen de ayudas o de beneficios suficientes para poder permitírselo.
Como ánimas acudimos a las ofertas de empleo sin escrúpulos, compitiendo deslealmente por ser autosuficientes y esperando no caer en la realidad de las calles, fracaso asociado a un rostro superviviente y animal del ser humano.